Incrementar el rendimiento

Se obtiene un alto rendimiento de uva de mesa en suelos bien drenados donde tanto los nutrientes como el agua están lo suficientemente disponibles. La uva de mesa se cultiva en una gran variedad de suelos, desde arenoso a arcilloso, y pueden ser de alta o baja fertilidad. El crecimiento y producción de uva de mesa se ve limitado en sitios con suelos arcillosos pesados o suelos de poca profundidad, mal drenados, salinos o con pH extremo, por el hecho de que los nutrientes no están lo suficientemente disponibles bajo esas condiciones.

El suministro de los nutrientes adecuados tiene un efecto positivo en la producción de uva de mesa.

Una producción más alta de uva de mesa se consigue controlando el número de racimos y el tamaño de la uva. Es deseable tener un tamaño uniforme de uvas para asegurar una maduración uniforme para maximizar la producción por área. La manipulación física o nutricional del cultivo es importante para asegurar un tamaño uniforme de las uvas y una maduración consistente para satisfacer las exigencias del mercado.

Nutrición vegetal y rendimiento

Nitrógeno

Es uno de los elementos más importantes en la producción de uva. Promueve un crecimiento temprano y fuerte y buen peso en racimo y uvas. Sin embargo, demasiado nitrógeno retrasará la maduración e incrementará el riesgo de contraer enfermedades cuando se acerca la cosecha.

Potasio

Es necesario en cantidades grandes y durante toda la temporada, sobre todo durante el llenado del fruto para la asimilación de los azúcares. En ensayos chilenos, en tasas muy altas de potasio (600 kg/ha de K2O) casi duplicó la producción en comparación con vid sin tratamiento.

Calcio

Es importante para un desarrollo temprano del cultivo y un crecimiento sano que supone una alta producción de uva. 

Magnesio

Es requerido para mantener la fotosíntesis y la síntesis de proteínas necesarias para conseguir una alta protección. 

Boro y zinc

De los micronutrientes, el boro y el zinc son los más importantes para el cuajado de los frutos y el rendimiento final, y tienen que estar disponibles en cantidades más grandes que otros micronutrientes. 

Hierro y Manganeso

Aunque el manganeso en menor medida, ambos son importantes para la producción temprana foliar y para la fotosíntesis asegurando un mejor desarrollo de las uvas y por consiguiente el rendimiento.