Sistemas de recubrimiento de los gránulos (coating)
El recubrimiento de los gránulos (coating) es importante para poder preservar la calidad de los fertilizantes protegiéndolos contra absorción de humedad y daño físico durante el manejo.
El Centro de tecnología de Yara ha desarrollado recubrimientos eficaces para varios tipos de fertilizantes para:
- Reducir la absorción de agua cuando es expuesto al aire húmedo.
- Reducir tendencias de apelmazamiento.
- Reducir formación de polvo.
Además, se usa frecuentemente un recubrimiento de colores para dar un cierto color al producto. Las substancias que se usan para mejorar la calidad de los fertilizantes son inocuos para las plantas, el suelo o seres humanos.
Los fertilizantes y productos con sales tienden en general a aglomerarse durante el transporte y almacenaje. Para prevenir el apelmazamiento, los fertilizantes son tratados con varios agentes que normalmente incluyen un componente con actividad superficial y un polvo inerte fino. El componente con actividad superficial controla la formación de cristales para evitar que se formen puentes cristalinos, y el polvo reduce la superficie de contacto.
La cantidad de polvo que produce un fertilizante depende de varios factores físicos como resistencia y forma de cada partícula, la formas de manejo y el sistema de recubrimiento que se aplica.
Bajo condiciones normales, todos los fertilizantes a base de nitrato de amonio son materias estables. Cuando se almacenan bajo el sol directo, pueden ocurrir grandes fluctuaciones de temperaturas. Eso provoca que el fertilizante físicamente se infle y se descomponga.
La descomposición es más fuerte cuando el producto sea inadecuadamente estabilizado y/o tiene un alto contenido de agua. El nitrato de amonio existe en diferentes formas cristalinas estables y transitando de una a otra produce un cambio de volumen. La transición por 32 °C resulta en un cambio de densidad y puede causar que el producto se descomponga a polvo si el mismo pasa por esa temperatura.
AN 33.5 y otros productos con alto contenido de nitrato de amonio, contienen estabilizantes que minimizan el termociclado.
No obstante, durante largos períodos de almacenaje, estos productos pueden degradarse de todas formas si las condiciones de termociclado están presentes.
Es imperativo siempre monitorear las condiciones climáticas, sobre todo cuando el producto se almacena a granel.
El aire puede liberar aproximadamente 10 a 15 g/m3 de agua por noche en un clima caliente y húmedo. Equivale aproximadamente 90 litros/día o 1260 litros en dos semanas en un almacén pequeño de 1000 m (30x20x10).
Es importante sacar el agua al exterior. En proyectos nuevos se usa aislamiento del techo para reducir las variaciones de temperatura.
Siempre hay que cubrir el producto con una lona para reducir el contacto con el aire.